1924 - 1990
Uno de los investigadores que más ha profundizado en el área de la educación.
Nació en El Puerto de Veracruz, México, el 13 de noviembre de 1924 y murió en la Cd. de Xalapa-Equez., Veracruz el 17 de agosto de 1990. Hijo del Profesor José Acosta Garay y la Sra. María de Loreto Lucero Monge, tuvo una hermana 4 años menor que él llamada Clementina. Se casó con la Sra. Berenice Hernández Alcántara y tuvieron cinco hijos: José Arturo, Marcela Edna, Berenice, María Alexandra y Adriana Edilia Acosta Hernández.
Debido a la falta de su padre, se enfrentó a la vida desde muy pequeño, trabajaba de mozo en algunas casas y vendía periódicos por las noches.
Su padre había sido maestro en la escuela de Don Delfino F. Valenzuela, en Veracruz, Ver., y le dio clases de música a una de sus hijas, lo que motivó a que Don Delfino le pidiera a la Sra. María de Loreto enviará a su hijo de 7 años al plantel gratuitamente. Cursó allí hasta el tercer grado y en la escuela Cantonal, de la misma ciudad el cuarto y quinto grados, la necesidad económica no permitió que siguiera adelante. Trabajó entonces como aprendiz en varios talleres.
A los 15 años partió a la Cd. de Tecolutla, Ver., con su tía María Acosta Garay. Trabajó como peón de campo, pescador, carbonero, cantinero y ayudante de limpieza en un balneario de la localidad, donde conoció al director de la escuela primaria del lugar, quien le ofreció una plaza de conserje con la oportunidad de continuar sus estudios, así aseaba el edificio y estudiaba a la vez, en 1943 concluyó su Educación Primaria y recibió el certificado correspondiente.
Nació en él, el deseo de ingresar a la Escuela Normal y con el apoyo de $ 30.00 que le dio un pariente pudo trasladarse con serias dificultades a la ciudad de Xalapa-Equez., para presentar el examen de ingreso a esa Institución. Fue aceptado en la Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”.
El Director normalista Don Manuel C. Tello, le concedió una beca, con motivo de las buenas calificaciones obtenidas en el examen de admisión, sin embargo tuvo que realizar trabajos de carpintería y otros oficios completar el dinero necesario para su estancia.
En los periodos vacacionales buscaba mayores ingresos, estuvo laborando incluso como petrolero en la ciudad de Poza Rica de Hidalgo, Ver.
En 1949 concluyó sus estudios como Profesor de Educación Primaria y obtuvo su título.
El primer empleo como Profesor de primaria lo desempeñó en la escuela primaria "Artículo 123" de Las Choapas, Ver., también laboró en una escuela secundaria, allí estuvo hasta 1952.
En su afán de prepararse más y más, estudió en la Normal Superior de México, las especialidades de "Técnico en Educación" y "Lengua y Literatura Españolas", aun cuando no las terminó.
En 1953 se le nombró Delegado de Asuntos Indígenas de la Secretaría de Educación Pública, en el Estado de México, comisionándosele con la misma plaza como director del Centro de Capacitación para Indígenas de La Huerta, Zinacantepec, Edo. de México y como Inspector Administrativo de Internados Indígenas.
En 1955 la Dirección General de Asuntos Indígenas le nombra jefe del Departamento de Educación Indígena, en el que permaneció dos años (1955 y 1956).
En 1957 ingresó al Sistema Estatal de Veracruz, al ser designado jefe del Departamento de Contabilidad y Presupuestos de la Dirección General de Educación Popular.
En 1958 se le ascendió a Subdirector Administrativo de la Dirección General de Educación Popular, en el mismo año, ingresó como catedrático a la Escuela Normal Veracruzana, impartiendo "Historia de la Educación". Posteriormente impartió las cátedras de Pedagogía, distintas Psicologías, Psicotecnia y Metodología de la Lengua Escrita en la Normal de Educadoras. Fue director de las escuelas primarias "Miguel Hidalgo" y "Manuel R. Gutiérrez", de la ciudad de Xalapa-Equez., Ver., y catedrático de secundaria.
En 1965 al realizarse la reforma en la Escuela Normal Veracruzana, fue elegido director del Plantel, encargándose de llevar a la práctica importantes propósitos reformistas.
En 1971 volvió a la capital de la República como Subdirector Administrativo de la recién creada Dirección General de Educación Fundamental, y al año siguiente como Subdirector de Alfabetización y Educación para Adultos, dependientes de la Secretaría de Educación Pública, cargo que fue decisivo para su futuro por haberse encauzado en nuevas investigaciones de importancia en tal campo, especialmente al ocupar en 1974 la Dirección General.
En 1975 desempeñó una importante comisión en el Centro para el Estudio de Medios y Procedimientos Avanzados de la Educación (CEMPAE), donde escribió el Auxiliar Didáctico para el Maestro y el Cuaderno de Trabajo para los alumnos, en la Primaria Intensiva para Adultos.
El profesor Acosta Lucero representó a México en diversas reuniones educativas internacionales: En 1975 en el Primer Laboratorio Aplicado de Educación para Adultos, celebrado en Buenos Aires, Argentina, destacó al señalar la necesidad de aplicar el método global para la enseñanza de la lectura y escritura en la alfabetización de adultos, y se comprometió a realizar en México un experimento al respecto. Lo llevó a cabo y de él surgió el libro "Nos dejaron hablar" con dibujos y escritos libres de los adultos. Fue todo un éxito y de trascendencia en los organismos educativos internacionales. Llegó a conclusiones muy valiosas sobre la enseñanza de la lectura y escritura en los adultos, en relación con la misma enseñanza en los niños. Estas investigaciones causaron gran impacto, por lo que el profesor Acosta Lucero afirmó que las bases del sistema educativo son falsas y anticientíficas, en todo el mundo, aseguró también que los niños pueden aprender a leer en el hogar, antes de hablar, como lo menciona en su libro "Mamá Profesora". El método natural fue para él, el único a utilizarse en la enseñanza de la lectura y escritura y consideró que no se justifica la reprobación en este campo, ni el analfabetismo en la sociedad, también refutó los criterios con que se ha determinado la edad escolar.
Organizó un equipo interdisciplinario, cuyos estudios llegaron a los ámbitos de la Ontogenia y la Filogenia, referidos al desarrollo del hombre y sus repercusiones en la educación. Además de los libros antes mencionados, tiene publicados los siguientes: "Analfabetismo, Una Lacra Absurda", "Capullo", "Los Párvulos leen" y "La Metodología Genética" que han sido objetos de gran interés dentro y fuera de México.
Sus mayores obras inéditas: "Didáctica de la Lengua Escrita", "La Lectura en Adultos con el Método Global", "La Metodología de la Lectoescritura", "Para no estar Analfabeto" y "Filogénesis, Educación y Pedagogía", “El Síndrome Escolar” como parte del trabajo interdisciplinario referido.
En septiembre de 1983 se jubiló de la Escuela Normal Veracruzana, como Catedrático e Investigador.
Estuvo propuesto por México en 1980, para obtener el Premio Internacional de Alfabetización, que otorga la UNESCO cada año, el 8 de septiembre "Día Mundial de la Alfabetización".
En memoria a este educador veracruzano, existen escuelas preescolares y primarias en la entidad veracruzana, que actualmente llevan su nombre: